Fruto de 3 años de investigación, la obra se divide en dos partes. La primera discurre entre las emociones de “revivir” la enfermedad de mi madre a través de la mía propia; fractales. La segunda parte transcurre a lo largo del viaje hacia la aceptación de nuestra impermanencia y el encuentro de un cierto conocimiento. En el fotolibro, las imágenes se acompasan con poesías breves de estilo Haikus como máxima simplificación del pensamiento y de la sensibilidad.